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Existe mucha confusión sobre la diferencia entre los beneficios del aceite de pescado y del aceite de kril para la salud. ¿Existe alguna diferencia entre ambos? ¿Uno es más beneficioso que el otro?
Tanto el aceite de pescado como el aceite de kril contienen ácidos grasos omega 3, concretamente ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA). Estos ácidos grasos esenciales pueden ayudar a disminuir los triglicéridos y reducir el dolor y la inflamación en las personas con artritis.
En un estudio de 2016 se observó un aumento similar de los niveles sanguíneos de DHA/EPA cuando se administraron dosis equivalentes de aceite de pescado y aceite de kril a los sujetos durante cuatro semanas.
El aceite de pescado se obtiene a partir del pescado. Por lo general, el aceite de pescado comercial proviene del atún, el arenque y las sardinas. Cuando se extrae, el aceite de pescado suele tener un color blanco o amarillo. Tiene pocas propiedades antioxidantes, lo que significa que no actúa bien como antioxidante. Al consumirlo, llega al organismo en forma de triacilglicérido (TAG).. El aceite de pescado de calidad comercial debe someterse a procesos de purificación adicionales para eliminar los metales pesados que pueda contener.
Asimismo, el aceite de kril procede del kril, un crustáceo capturado en la zona antártica. El kril se alimenta de fitoplancton y algas marinas y se encuentra en la parte inferior de la cadena alimentaria. Como resultado, en su hábitat natural el kril está poco o nada expuesto a metales pesados, por lo que no es necesaria una purificación adicional.
El kril es una criatura pequeña de color rojo, parecida a la langosta, que se encuentra en el sur del océano Atlántico. El aceite de kril es un ácido graso esencial que presenta un color rojo característico. Su precio suele ser más elevado que el del aceite de pescado. Al consumirlo, llega al organismo en forma de fosfolípidos.
En todo el mundo, el kril tiende a ser más abundante que el pescado, por lo que, en total, extraer una cantidad adecuada de DHA/EPA del kril tiene más posibilidades de sostenibilidad a largo plazo que extraer estos aceites del pescado.
Todas las vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales se deberían obtener de los alimentos. Es lo que les recomiendo a mis pacientes, pero sé que no siempre es posible. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda el consumo habitual de pescado al menos dos veces a la semana para cuidar la salud del corazón. Para quienes prefieren alternativas vegetarianas, el consumo de algunos alimentos puede ser una buena fuente de ácido alfa-linolénico (ALA), que puede convertirse en DHA. El ALA está presente en las semillas de linaza, las nueces, la soya, las semillas de chía y las semillas de cáñamo.
Si se depende únicamente de los alimentos, el consumo de una cantidad adecuada de DHA y EPA de origen animal puede ser un reto debido a la contaminación de nuestros océanos. Por ejemplo, algunos pescados como la caballa, el pez espada, la lubina, el tiburón y el atún suelen tener niveles de mercurio superiores al promedio y deben consumirse con moderación. Otros pescados, como el salmón, el bagre, las anchoas, las sardinas, el arenque, la trucha y la tilapia, tienen niveles más bajos de mercurio, pero pueden aumentar si se consumen más de dos o tres veces a la semana.
El aceite de pescado y el aceite de kril pueden ser beneficiosos para las siguientes enfermedades frecuentes.
La artrosis suele ser el resultado del desgaste general de las articulaciones. Es el resultado de la destrucción del cartílago, que actúa como un cojín que recubre el hueso. Es posible que los primeros signos de la artrosis comiencen cuando la persona tiene unos 40 años y pueden ir avanzando a medida que envejece. Los síntomas incluyen dolor articular, inflamación, rigidez y pérdida de la función articular. Muchas personas buscan alternativas naturales para aliviar los síntomas Por lo general, los médicos recetan antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno, naproxeno e indometacina.
Los estudios demuestran que los ácidos grasos esenciales ayudan a mejorar el dolor articular y reducen el uso de AINE. Los estudios también muestran una reducción de la rigidez articular cuando el aceite de pescado se toma diariamente en una dosis mínima de 500 mg al día hasta 2000 mg al día..
Un estudio de la revista American Journal of Clinical Nutrition de 2007 demostró que 300 mg de aceite de kril "inhiben considerablemente la inflamación y reducen los síntomas artríticos en un período breve de tratamiento de 7 y 14 días". En un estudio doble ciego controlado con placebo realizado en 2016 en pacientes con dolor leve de rodilla se demostró que el aceite de kril podía reducir el dolor en dosis diarias de 2000 mg al día.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Existen diversos factores de riesgo que contribuyen a aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y vasculares. Los ácidos grasos omega 3 podrían aportar beneficios.
El consumo habitual de ácidos grasos omega 3 es importante para la salud cardíaca y vascular. Un estudio de 2017 mostró que puede ayudar a prevenir la aterosclerosis, o endurecimiento de las arterias, mientras que en un estudio de 2013 publicado en la revista Journal of the American Heart Association se demostró que los niveles más altos de DHA/EPA en la sangre se asociaron con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Según un estudio de 2015 publicado en la revista British Medical Journal: “El aceite de kril podría producir una mejora moderada de los riesgos cardiovasculares, concretamente de la disfunción endotelial y de las HDL en pacientes con diabetes tipo 2”. Sin embargo, los beneficios también se aplican a quienes no tienen diabetes. En un estudio de 2017 publicado en la revista Nutrition Reviews también se demostró que el aceite de kril podría ser beneficioso para el corazón al reducir el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, ambos factores de riesgo de enfermedades cardíacas cuando los niveles son elevados en la sangre.
La inflamación se produce cuando existe un desequilibrio en el organismo; en cierto sentido, el cuerpo está "ardiendo" por dentro. Cuando el organismo está estresado, produce en exceso una hormona esteroide llamada cortisol. Cuando el cortisol está elevado, el cuerpo produce unas sustancias químicas inflamatorias llamadas prostaglandinas. La inflamación también puede evaluarse midiendo los niveles de proteína C reactiva (PCR) en la sangre.
Según un estudio de 2017 publicado en el Journal of the American College of Nutrition, los niveles elevados de PCR aumentan el riesgo de padecer cáncer y enfermedades cardíacas. En 2008, el estudio Jupiter reveló que las estatinas para reducir el colesterol podían reducir la inflamación. El aceite de kril y el aceite de pescado también podrían desempeñar una función importante.
Es bien sabido que el aceite de pescado ayuda a reducir los niveles de PCR. Así se demostró en un estudio de 2016, pero también que el aceite de kril era más eficaz que 2000 mg de aceite de pescado. Sin embargo, en otro estudio de 2016 publicado en la revista Journal of Internal Medicine se demostró que cuando se consumían 1400 mg de aceite de pescado, no se reducía el nivel de PCR. Con base en esto, recomendaría una dosis de al menos 2000 mg de aceite de pescado omega 3 dos veces al día para reducir los niveles de PCR.
Según un estudio de 2016, el aceite de kril en dosis de 500 mg dos veces al día podría ayudar a reducir los niveles de PCR más que el aceite de pescado en dosis de 2000 mg dos veces al día. Un estudio de 2007 publicado en la revista Journal of the American College of Nutrition demostró que el aceite de kril a 300 mg diarios podría reducir los niveles de PCR en casi un 20 por ciento.
A medida que la población envejece, los problemas de memoria se hacen más frecuentes. La enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, no tiene ninguna cura específica y puede provocar enormes frustraciones y desafíos tanto a los pacientes como a quienes los cuidan. Los síntomas incluyen el olvido de nombres y la confusión en las primeras fases, mientras que en las últimas el Alzheimer puede dar paso a problemas más graves, como la paranoia y el comportamiento abusivo. Los científicos predicen que, a partir de los 65 años, una de cada nueve personas corre el riesgo de padecerlo. Los tratamientos naturales, como la cúrcuma y la Boswellia, parecen ser útiles con DHA y EPA.
En 2016 se realizó un estudio con 44 pacientes que tenían problemas de memoria en el que a 22 se les administró aceite de pescado, mientras que a 22 se les dio un placebo. Los investigadores observaron que la memoria mejoraba en los que recibían aceite de pescado. Otros estudios han mostrado resultados similares.
En un estudio de 2017 publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences se demostró que el aceite de kril podría ayudar a reducir el estrés oxidativo cerebral y los depósitos de beta-amiloide, que se cree que son la causa de la enfermedad de Alzheimer. En la actualidad se están llevando a cabo más investigaciones.
Los triglicéridos son un tipo de grasa que circula por la sangre. Los niveles ideales deben ser inferiores a 150 mg/dl (o menos de 1,7 mmol/L). Unos niveles elevados son un factor de riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus. Reducirlos mediante una dieta con bajo contenido de azúcares y carbohidratos también puede ser beneficioso, pero a veces esto no es suficiente. Puede considerarse la posibilidad de tomar un suplemento de EPA/DHA.
Supuestamente, las empresas farmacéuticas se han dado cuenta del beneficio de reducir los triglicéridos y han desarrollado un aceite de pescado de calidad farmacéutica. Sin embargo, debido a su costo elevado, muchos no pueden permitírselo.
Por ejemplo, un estudio del año 2016 publicado en Lipids in Health and Disease concluyó que los ácidos grasos omega 3 son útiles para reducir los triglicéridos. Asimismo, en un estudio del año 2017 publicado en Atherosclerosis, donde se estudió a 1378 personas, también se observó que el consumo de pescados grasos ayudó a reducir los triglicéridos a la vez que aumentaba los niveles de HDL (colesterol bueno), dos importantes marcadores biológicos para las enfermedades cardiovasculares.
Según un estudio de 2014, los triglicéridos se redujeron un 10 % como respuesta al aceite de kril. Un estudio de 2017 publicado en Nutrition Reviews con 662 pacientes arrojó resultados similares en quienes consumieron aceite de kril. Otros estudios han apoyado estos descubrimientos.
Las personas alérgicas al pescado o a los mariscos deben tener precaución, ya que podrían tener una reacción alérgica. Si tiene alguna duda, consulte a su médico.
El aceite de pescado está disponible en forma líquida, cápsulas y gomitas. Por lo general, el aceite de kril está disponible en cápsulas o gelatina blanda.
Referencias:
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