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Las enzimas son necesarias para la vida. Estas proteínas son responsables de una serie de funciones corporales que van desde mantener la salud intestinal hasta eliminar las toxinas del cuerpo.
Si bien las enzimas son fundamentales para la salud y el bienestar general, los estudios indican que estas ofrecen una serie de beneficios para la salud, incluidas funciones tan diversas como fomentar la absorción de nutrientes para reducir la inflamación.
Las enzimas son tipos especiales de proteínas que ayudan a crear reacciones bioquímicas esenciales en el cuerpo. Las enzimas son necesarias para una amplia variedad de funciones biológicas que van desde los movimientos musculares y la respiración hasta producir la digestión.
Las enzimas actúan como catalizador que acelera las reacciones bioquímicas que ocurren en el cuerpo. Algunas enzimas descomponen el peróxido de hidrógeno para que se vuelva oxígeno y agua, mientras que otras ayudan a producir nuevas hebras de ácido desoxirribonucleico (ADN).
Las enzimas también descomponen los alimentos ingeridos y los convierten en energía utilizable por el cuerpo en el proceso de digestión.
Cuando se trata del sistema de digestión, cada enzima tiene una acción específica que trabaja de forma conjunta con otras enzimas para convertir los alimentos en energía. Por ejemplo, las proteasas son enzimas que ayudan a descomponer las proteínas que se encuentran en las carnes y granos, mientras que la lipasa descompone la grasa. Sin las enzimas, los alimentos pasarían a través del cuerpo sin ser descompuestos y no se extraería energía. Esto es básicamente lo que sucede con los trastornos de malabsorción como la enfermedad celíaca y la fibrosis quística.
La enfermedad celíaca es una alergia a la proteína del trigo, el gluten, que daña el recubrimiento del intestino. Este daño impide la absorción de nutrientes. La fibrosis quística es una enfermedad que causa secreciones mucosas densas que pueden bloquear órganos como el páncreas. Este bloqueo hace que se secreten menos enzimas pancreáticas y disminuya la absorción de nutrientes fundamentales como proteínas, grasas y vitaminas liposolubles como la vitamina A.
Muchos tipos diferentes de enzimas provienen de distintas fuentes.
Diferentes partes del cuerpo secretan varias enzimas que ayudan descomponer nutrientes específicos. Por ejemplo, las glándulas salivales en la boca secretan amilasa salival o tialina, que promueve la descomposición de los carbohidratos en azúcares más simples, como la glucosa.
La enzima tripsina ayuda a descomponer aun más las proteínas en el intestino delgado.
Entre las enzimas digestivas producidas por el tracto digestivo están la lipasa producida por el páncreas, la pepsina producida por el estómago e incluso la lactasa, que descompone el azúcar de la leche, la lactosa, producida por el intestino delgado.
Una serie de enzimas también provienen de las frutas y verduras, como la papaína de las papayas y la bromelina de la piña.
Algunas enzimas incluso son producidas a partir de organismos como vacas, cerdos, y bacterias.
Los estudios muestran que el uso de suplementos con enzimas podría ser beneficioso no solo para la salud del intestino, sino también para el bienestar general.
Aquí se presentan cuatro beneficios de las enzimas.
Las investigaciones indican que las enzimas digestivas podrían ayudar a mejorar la absorción de nutrientes en las personas que tengan una producción baja de ácido gástrico.
La baja producción de ácido gástrico, o hipoclorhidria, ha sido asociada con una disminución en la absorción de vitaminas B, hierro y calcio. La hipoclorhidria también ha sido asociada con un aumento en el desarrollo de alergias alimentarias.
Las investigaciones también indican que el bajo nivel de ácido gástrico podría contribuir al crecimiento excesivo de las bacterias en el intestino delgado, lo que da lugar al crecimiento bacteriano excesivo en el intestino delgado (SIBO). Un aumento en la producción de ácido gástrico podría ayudar a mejorar la absorción de nutrientes y a la vez eliminar las bacterias nocivas que contribuyen al SIBO. El hidrocloruro de betaína, habitualmente llamado HCL de betaína, es un suplemento que podría ayudar a aumentar la producción de ácido gástrico.
Un aumento en la producción de ácido gástrico, también conocido como ácido clorhídrico, podría ayudar a descomponer los alimentos más a fondo, lo que a su vez podría aumentar la absorción de nutrientes a lo largo de la vía digestiva. El HCL de betaína, que no debe confundirse con la betaína, podría actuar como ácido clorhídrico en el estómago una vez ingerido. Un estudio hizo un seguimiento a seis participantes saludables para investigar los efectos del uso de suplementos con HCL de betaína en la producción de ácido gástrico. El estudio descubrió que el HCL de betaína aumentó la producción de ácido gástrico y volvió a acidificar el entorno estomacal después de que se tomaron inhibidores de la bomba de protones. Los inhibidores de la bomba de protones son un tipo de medicamento usado para la acidez que podrían reducir la cantidad de ácido gástrico producido.
Los trastornos gastrointestinales funcionales (FGID) se caracterizan por signos y síntomas como dolor abdominal, hinchazón, dificultad para tragar, estreñimiento y/o diarrea.
La causa de estos signos y síntomas normalmente no pueden ser identificados mediante pruebas de laboratorio convencionales. Los FGID podrían tener su origen en la inflamación de bajo nivel de las membranas mucosas intestinales, intolerancias alimentarias e incluso infecciones microbianas de larga duración. Algunos estudios indican que el 25 % de la población adulta podría sufrir de un FGID. Las enzimas podrían ayudar a mejorar los síntomas de los FGID. Por ejemplo, las investigaciones indican que las enzimas podrían ayudar a algunas personas que sufren de sensibilidad al gluten no celíaca.
La sensibilidad al gluten no celíaca (NCGS) es un FGID en el que las personas normalmente no pueden obtener un diagnóstico positivo de enfermedad celíaca mediante pruebas, pero experimentan síntomas al ingerir la proteína de trigo, el gluten. Los síntomas de la sensibilidad al gluten no celíaca podría incluir dolores de cabeza, hinchazón, náuseas, vómitos, dolor articular, dolor estomacal y dificultades para pensar. Los estudios estiman que aproximadamente el 1 % de la población mundial podría tener NCGS.
Tomar enzimas que digieren el gluten podría ayudar a prevenir los síntomas de NCGS. Un estudio aleatorizado, de tipo simple ciego y controlado por placebo hizo un seguimiento a 30 participantes por 2 semanas para ver los efectos de la enzima que digiere el gluten sobre la NCGS. El estudio descubrió que aquellos que tomaron la enzima que digiere el gluten tuvieron una cantidad considerablemente menor de síntomas de NCGS que el grupo del placebo. Asimismo, no se descubrieron efectos adversos en el grupo que tomó la enzima que digiere el gluten.
Las investigaciones también indican que usar suplementos con enzimas podría ser beneficioso para aquellos con síndrome de colon irritable o IBS. Entre los síntomas de IBS están la hinchazón, la flatulencia excesiva, el dolor abdominal la diarrea y/o el estreñimiento. Un estudio en el que participaron 314 personas con diagnóstico de IBS con predominio de diarrea (IBS-D) descubrió que el uso de suplementos con enzimas digestivas ayudó a mejorar la salud intestinal y a reducir los síntomas de IBS-D en un plazo de 2 semanas. Otro estudio en el participaron 2125 que sufrían de dispepsia funcional, una sensación de dolor en la mitad del abdomen, descubrió que las enzimas digestivas redujeron el dolor, la hinchazón, las flatulencias y los síntomas de la enfermedad de reflujo gastrointestinal (GERD) durante 2 semanas de uso del suplemento.
Los estudios han descubierto que un alto nivel de lipoproteína de baja densidad (LDL) o niveles de colesterol "malo" han sido asociados con una mala salud cardíaca. Esto es porque la LDL podría dejar el hígado y depositarse en las paredes arteriales, haciendo que se endurezcan, lo que da lugar a una cardiopatía.
Un estudio realizado en animales descubrió que el uso de suplementos con enzimas digestivas y un probiótico a lo largo de 4 semanas ayudó considerablemente a reducir los niveles de LDL. Al mismo tiempo, el estudio descubrió que la combinación de enzimas y probióticos podría haber ayudado a incrementar los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno".
Los estudios muestran que los niveles óptimos de HDL normalmente son asociados con un corazón saludable. Esto es porque el HDL normalmente ayuda a eliminar el colesterol del torrente sanguíneo. Después del estudio, la combinación de enzimas y probióticos produjo una reducción del 78 % en los niveles de LDL y un aumento del 52 % en los niveles de HDL desde la base de referencia. El estudio también descubrió una mejora general en la salud intestinal y un aumento en la producción de ácido graso de cadena corta en el colon.
Los ácidos grasos de cadena corta podría actuar como combustible para las células intestinales. Los ácidos grasos de cadena corta como el butirato también podría contribuir a la integridad de las membranas intestinales. Un aumento en los ácidos grasos de cadena corta podría indicar que la combinación de enzimas y probióticos ayudó a crear un microbioma intestinal floreciente.
Si bien las enzimas son esenciales para la salud intestinal, estas podrían tener otros papeles importantes en el cuerpo.
Los estudios indican que la enzima serrapeptasa, también llamada serratiopeptidasa, podría actuar como un potente antiinflamatorio y reductor del dolor. La serrapeptasa es una enzima que proviene de la bacteria Serratia marcescens. Esta bacteria fue aislada por primera vez del intestino del gusano de cera. La serrapeptasa es una proteasa que podría ayudar a descomponer las proteínas. Las investigaciones también indican que la serrapeptasa podría tener actividad fibrinolítica, lo que incluye la descomposición de coágulos sanguíneos y otros tejidos dañados, muertos o moribundos, como el tejido cicatricial.
Un estudio realizado en animales descubrió que el uso de suplementos con serrapeptasa ayudó a reducir la inflamación y edemas en las extremidades tan bien como la aspirina. Los estudios realizados en humanos también han descubierto que la serrapeptasa podría ayudar a mejorar los tiempos de sanación de las heridas y a reducir el dolor. Un estudio descubrió que la serrapeptasa mezclada con aceite de clavo alivió el dolor de muelas. Otro estudio en el que participaron 70 mujeres con dolor en el pecho descubrió que el uso de suplementos con serrapeptasa mejoró considerablemente la hinchazón y el dolor en el pecho. En el estudio, no hubo efectos secundarios negativos reportados. Otro estudio que involucró el uso de la serrapeptasa para el tratamiento del síndrome del túnel carpiano descubrió que el 65 % de los participantes experimentaron una mejora en los síntomas al tomar la enzima. Los estudios realizados en animales también ha descubierto que la serrapeptasa y la nattokinasa, una enzima proveniente del alimento japonés llamado natto, podría haber ayudado a descomponer las fibras amiloides en el cerebro, que contribuyen a la enfermedad de Alzheimer. El estudio también descubrió que la serrapeptasa también exhibió un gran efecto antioxidante.
Las enzimas son sustancias increíbles. Estas potentes proteínas que causan reacciones son responsables de una amplia variedad de funciones corporales. Ya sea que la meta sea mejorar la salud intestinal y digestión o reducir la inflamación, las enzimas podrían brindar un puente hacia la salud y el bienestar general.
Referencias:
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