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¿A quién no le gustan las gomitas, en especial cuando están repletas de la increíble hierba ashwagandha? Las gomitas representan una de las formas más fáciles de tomar sus suplementos, permitiéndole al mismo tiempo disfrutar de un sabroso manjar sin sentirse culpable. Cuando se trata de gomitas, las de ashwagandha son las más novedosas y no querrá perdérsela.
Veamos por qué.
Si alguna vez le interesó la medicina a base de hierbas, y visitó una tienda de alimentos saludables o hizo una compra en línea de hierbas, entonces no cabe duda de que ha oído hablar de la ashwagandha. La ashwagandhase conoce con distintos nombres, como ginseng indio o cereza de invierno, pero su nombre científico oficial es Withania somnifera. La ashwagandha es un pequeño y discreto arbusto de hoja perenne con raíces muy fuertes. Las raíces de esta planta aportan profundas propiedades beneficiosas para la salud, y la mayor parte de los suplementos de ashwagandha provienen de la raíz de la planta. La ashwagandha es una planta procedente de la India, el norte de África y Oriente Medio, pero se puede cultivar en climas templados por todo el mundo.
Esta planta milagrosa es miembro de la familia de las solanáceas. De esta familia forman parte muchas plantas bastante comunes como los tomates, las patatas y las berenjenas, sin embargo, la ashwagandha no tiene nada de común. Esta conocida hierba tiene propiedades sorprendentes.
La Ashwagandha suele clasificarse como un adaptógeno. Los adaptógenos son hierbas que contribuyen a que el cuerpo resista los efectos perjudiciales del estrés, al mismo tiempo que promueven las funciones y procesos corporales normales. Para fortalecer el cuerpo frente a factores de estrés como un trabajo exigente, un jefe dominante o el ejercicio intenso, los adaptógenos, como la ashwagandha, pueden resultar beneficiosos.
El uso de adaptógenos en el organismo ayuda a protegerlo contra los efectos nocivos del estrés crónico.
Actualmente las personas parecen estar un poco (o mucho) más estresadas, sin embargo, esto no significa que el estrés sea menos dañino. Los efectos del estrés crónico, no pueden ser exagerados. Por lo general, el estrés a largo plazo se vincula a una serie de problemas de salud como dolores de cabeza, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, problemas de peso y alteraciones de la memoria.
Considerando los efectos perjudiciales que el estrés a largo plazo causa en el organismo, ingerir adaptógenos como la ashwagandha puede ayudar al cuerpo a controlar y reducir el estrés de forma más eficaz.
Diversos estudios han demostrado que los efectos de adaptógenos de la ashwagandha son el resultado de la activación de unas proteínas especiales, denominadas proteínas de choque térmico, que protegen contra el daño celular. Por otra parte, mejoran la producción de energía de las células al aumentar la proporción de trifosfato de adenosina (ATP), previniendo la muerte celular y mejorando la función del sistema inmunitario.
Algunos estudios demuestran que la ashwagandha, puede ser muy beneficiosa para las personas que sufren de ansiedad. A través de una investigación realizada, se comprobó que la ashwagandha ayuda a mejorar los trastornos de ansiedad en mayor medida que el placebo o la psicoterapia.
Otros estudios indican que la ashwagandha disminuye los niveles de cortisol por la mañana, aparte de reducir los niveles de estrés. De hecho, el cortisol es una hormona esteroidea producida por el cuerpo en respuesta al estrés. Su principal función es aumentar los niveles de glucosa o azúcar en sangre, al mismo tiempo que elimina las funciones no esenciales, lo cual prepara al organismo para una situación de huida o lucha. La presencia de niveles elevados de cortisol frecuentemente se asocia con condiciones adversas, tales como altas tasas de acumulación de grasa abdominal, resistencia a la insulina y obesidad.
Además de ayudar a reducir los niveles de estrés, la ashwagandha aporta solo al menos uno de sus muchos beneficios. Se han realizado estudios que afirman que la ashwagandha es capaz de mejorar la salud de la tiroides, favoreciendo el hipotiroidismo o la baja función tiroidea. A través de un estudio se realizó un seguimiento de personas que padecían hipotiroidismo subclínico (una forma de baja función tiroidea y que suele presentarse antes de una baja función tiroidea manifiesta), y se realizó una comparación entre los que utilizaban ashwagandha y los que tomaban un placebo.
Las personas que tomaron ashwagandha experimentaron una mejora significativa en su función tiroidea, en comparación con las del grupo de placebo. Asimismo, otros estudios realizados sugieren que la ashwagandha aumenta los niveles de tiroxina o T4 en el organismo. La T4 es la forma biológicamente inactiva de la hormona tiroidea. Por lo que significa que, la T4 no tiene un efecto discernible en el funcionamiento del organismo. Por el contrario, la T4 se transforma en triyodotironina o T3, es decir, la forma biológicamente activa de la hormona tiroidea que interactúa e influye en el organismo. Las hormonas tiroideas juegan un papel fundamental en la salud general. De este modo, contribuyen al metabolismo, la digestión, la salud ósea, la función muscular e incluso la función cerebral. La ashwagandha puede tener un efecto favorable en el organismo.
Mientras que la mejora de la función tiroidea es realmente impresionante, la ashwagandha también se estudia por su efecto en la mejora de la función cognitiva o cerebral. De acuerdo con las investigaciones, la ashwagandha puede ayudar a mejorar la atención, el tiempo de reacción e incluso la función ejecutiva. Se entiende por función ejecutiva, la capacidad mental de tener un pensamiento flexible, planificación y autocontrol, junto con otras habilidades cerebrales.
También existen pruebas de que la ashwagandha puede ayudar a controlar el peso. Según investigaciones recientes, se ha demostrado que la ashwagandha ayuda a mejorar el índice de masa corporal (IMC) y el aumento de peso total. En este sentido, se considera que combate la inflamación, disminuye los antojos de alimentos poco saludables asociados al estrés y aumenta los niveles de energía.
Considerando los múltiples beneficios de la ashwagandha, ¿qué es lo que no le puede gustar? Sin embargo, ¿por qué las gomitas de ashwagandha están de moda?
Y es que las gomitas ofrecen una de las formas más sencillas de suplementos con una inigualable prácticidad. Las gomitas no requieren de mediciones ni de preparación, como en el caso de los medicamentos en polvo. En general son fáciles de consumir, lo que descarta la necesidad de un vaso con agua para ingerir una cápsula o una píldora. Además, ¡saben bien!
¡Las gomitas pertenecen a esa categoría, prácticamente milagrosa, de algo que sabe bien y, al mismo tiempo, es beneficioso para su salud! No se sentirá culpable por tomar su dosis diaria de saludables gomitas, si toma sus suplementos en forma de golosinas. Definitivamente, se trata de algo que no se puede aplicar a otros dulces, como las golosinas, que solo ofrecen calorías vacías.
Además, las investigaciones demuestran que los suplementos en forma de gomitas pueden tener la misma biodisponibilidad, la cantidad de suplemento o sustancia que llega al torrente sanguíneo, a fin de que el organismo la absorba, o incluso más que las cápsulas. Por otra parte, un estudio planteó que las gomitas de vitamina D eran mucho más biodisponibles, en comparación con los comprimidos de vitamina D de la misma dosis.
Asimismo, otro motivo por el que las gomitas de ashwagandha están de moda, es que ayudan a aportar una dosis más terapéutica de la hierba al organismo. En ocasiones, esto no es posible si se toma solo la hierba, o si se toma una forma de cápsula a base de la hierba.
Las gomitas de Ashwagandha representan una forma estupenda y fácil de obtener los beneficios para la salud de esta hierba. Cuando se combinan los múltiples beneficios para la salud de ashwagandha y la deliciosa presentación de las gomitas, no hay nada que objetar.
Referencias:
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